Escribo la primera de las entradas del finde desde Benasque, con una copa de un exquisito Rioja Vega crianza, escuchando Adele, nuevo descubrimiento gentileza de Spotify, y disfrutando de la pedazo de nevada que está cayendo en el pueblo. Al calorcico de la casa y recogido como en un intento de encuento espiritual revivo lo vivido en Aigualluts con Javi. Aproximamos temprano desde el Hospital y entre charlas y buen humor mañanero llegamos a la Besurta donde la Maladeta nos recibe entre nieblas y el Perdiguero, la Forqueta de Remuñe y el Mall Pintrat iluminados por los primeros rayos de un sol que anuncia buen día. El termómetro bajará hasta los diez bajo cero pero sarna con gusto… En Aigualluts nuestra primera cascada, Luna llena, nos recibe en soledad y con alegría. Bonita y disfrutona salvo en esos momentos de latigazo (dolor muy doloroso en las manos en el que solo quieres la muerte si así cesa, producido por el frío que deja los miembros más duros que el granito y que al volver la circulación ¡ZAKA! sírvame una de latigazo) Al bajar de la cascada contentos a por un bocata que la historia continúa...
Maladeta entre nieblas...
Perdiguero, Forqueta de Remuñe y Mall Pintrat iluminados por la luz deseada...
Forcanada, último escenario de un pirineismo visionario...
Un saludico y hasta la vista alpinistas...
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