Llevaba varios días con buenas sensaciones en el hombro; había escalado deportiva un par de veces y había aguantado con bastante dignidad; sabíamos que el Arlaud Soriac a la Punta Chausenque (3.225m) del Vignemale estaba en unas condiciones surrealistas y además el pronóstico de la meteorología no podía ser mejor. Con todos estos factores a favor Dani y yo decidimos cargar la furgoneta y poner rumbo a Cauterets con la ilusión de reencontrarnos, aunque haya sido al final de la temporada invernal, con la montaña. El macizo del Vignemale es un murallón de casi mil metros, precioso, elegante, magnético y con aspecto invernal mágico. No había vuelto por aquí desde que escalara
el couloir de Gaube con otro buen amigo. Ya conocía el circo, imposible olvidarlo, pero volverlo a ver de frente ha sido especial y un reencuentro que representa un puntico de inflexión en la recuperación y un aliento para afrontar la cercana oposición.
Salimos de Pont d´Espagne hacia el Refugio de Oulettes de Gaube y el camino se nos pasa volando disfrutando de un día buenísimo y de unas vistas todavía mejores. El lago de Gaube, un río cristalino, los plateaus nevados, vemos restos de aludes y llegamos por fin a vislumbrar el Vignemale. Parada, fotos, algo de almuerzo y seguimos hasta el refu.
Allí nos llega el gran notición. Que sepamos estamos cinco cordadas para hacer el corredor. Se masca la tragedia. Algunos de ellos ya los conocemos (Kapi, Lasa, Keni, Itu, Rouco, Gorka...) y son gente fina así que "pas probleme" pero el resto ya veremos. Seguimos sobre nuestros planes y si a la madrugada cuando lleguemos al corredor no lo vemos claro abortaremos la actividad que no es cuestión de morir en el intento.
Salimos de madrugada y vemos ya unos cuantos frontales por delante. No ponerse nerviosos y hacia delante como los peones. Allí decidiremos. En la base del corredor vemos que por delante van seis cordadas. Dos de las que están por arriba son los amigos así que la cosa va bien. Al resto le podemos adelantar legalmente pues van montando reuniones en cada punto desde el principio de la rimaya. A pesar de que a alguno le sentara mal pero fue un adelantamiento legal y a posteriori y reflexionando un poco sobre lo vivido y aunque suene un poco fuerte pero no todos estamos para hacer cualquier vía y hay que pensar en que nuestra libertad acaba dónde empieza la de los demás. Buenas sensaciones en el hombro así que Dani y yo ponemos el turbo-power y nos plantamos en tercera posición a la par de Itu y Keni y Lasa y Kapi por delante y aún y todo había otra que no habíamos visto. La cosa va bien y acabamos con una vía que se encuentra en unas condiciones de verdadero disfrute. Al final del día serán doce las cordadas que intenten el Arlaud Soriac en un constante entrar de gente que no debería estar allí.
En la bajada coincidiremos con más gente conocida y que me hizo ilusión ver. Berta, Mikel...
La vuelta está cerca ;-) ¡¡¡MOTIVACIÓN!!!
Aquí un pequeño montaje con buena música
Arlaud Soriac al Vignemale from
Juan Korkuerika on
Vimeo.
Un saludico y hasta la vista alpinistas