A la eterna pregunta de por qué subir montañas alguien contestó una vez con rotundidad algo que sólo será entendible para aquel que lo sienta y lo experimente en su interior. El hecho de subir montañas hay a gente que nos hace ser verdadera y plenamente felices y eso es lo que importa de verdad. No hay que buscarle tres pies al gato. Otros sentirán lo mismo con el fútbol. Seguro que también les hace felices seguir la liga, apasionarse por los fichajes y visualizar 48h seguidas de fútbol nacional, europeo y mundial. El caso es que el ser humano es un animal de acción, un coleccionista de vida, de experiencias, de relaciones y de sentimientos. Que quede claro. Cuando estamos a punto de morir no somos más que aquello que hemos vivido y que nos ha hecho crecer en una u otra dirección. Acabo de ver un video de Logan Laplante, un niño de 13 años, fanático del esquí, que fue sacado del Sistema educativo tradicional para ayudarle a buscar su felicidad. El video es contundente y este "mocoso", utilizando el término de manera totalmente cariñosa, nos deja claro algo que después no es tan fácil en una realidad capitalista y neoliberal en la que cuentan más los números que las vidas humanas. ¿Qué queremos ser de mayores? La respuesta es tan sencilla que abruma, QUEREMOS SER FELICES. La segunda pregunta es, ¿el Sistema Educativo actual tiene en cuenta esta pregunta? La respuesta es NO y por eso nacen y proliferan cada vez más las escuelas libres o alternativas constituidas como cooperativas tratando de dar solución al intento de adiestramiento de niños, como si la Educación fuera una línea de producción, que parecen tener nuestros gobiernos para jugar, entretenerse, controlar y direccionar a sus súbditos, porque en España en cuanto somos monarquía, los ciudadanos somos súbditos. Incluso aquellos que se hacen llamar socialistas han jugado y prostituido la Educación en pro de, por ejemplo, la religión católica. Los proyectos educativos libres o alternativos cada vez son más comunes. En Zaragoza la Escuela Waldorf, en Huesca la Escueleta y por el resto de España tantas más. Tolstoi, Montessori, Neill y su Summerhill, Freinet, Ferrer Guardia fueron grandes pedagogos que encaminaron la educación hasta chocar contra el capitalismo más voraz que arrancó a una Institución fundamental del Estado como es la Educación la posibilidad de hacer que los niños aspiraran a ser felices, creativos y críticos para convertirlos en coleccionistas de bienes que compiten entre sí para destacar y tener más bienes.
Pregunta importante y a lo que voy, ¿por que entre los adultos que lo prueban tienen tanto éxito los deportes y las actividades en la naturaleza? La respuesta vuelve a ser rotunda y clara con dos palabras. FELICIDAD Y LIBERTAD es lo que se experimenta. Un aprendizaje vital a través de la naturaleza y del entorno de acción directa. La supervivencia es el botón de puesta en marcha de la acción. Hay que moverse rápido, ser creativo, resolver problemas, coordinarse, tomar decisiones y todo eso depende de uno mismo o del equipo. Qué bueno sería que todo el mundo laboral fuera así. Por eso triunfan estas actividades. Porque dan respuesta al ¿Qué queremos ser de mayores? Felices y libres. Un aprendizaje constante y para toda la vida que tristemente, en el S.XXI no se fomenta desde el Estado sino desde esos Proyectos de Educación Libre accesibles sólo para unos pocos. Qué bonito sería que el Estado se reconvirtiera a uno de esos Proyectos. Qué utopía tan bonita. Pero como dijo el poeta,
¿Para qué sirve la utopía?
Por mucho que camines nunca la alcanzarás.
Para eso sirve, para caminar.