Y de nuevo llegaron los días de fiesta, y con ellos el buen tiempo y muchas ganas de rock $ rollear... El lugar elegido es el Santuario natural de Ordesa, el compañero Raúl y la vía una archiclásica, la
Rabadá Navarro al espolón del Gallinero.
Es la primera vía de Raúl en el valle y me puedo imaginar las sensaciones que tiene después de haber madrugado, cogido el bus (4,5 euracos) a la pradera, comenzado la aproximación y visto el espolón desde una ventana-mirador que nos regala el bosque. En una palabra, INCREÍBLE.
Ordesa está de moda y allí coincidimos con varias caras conocidas, en primer lugar la cordada del experimentado Agus y el fanático Boby que compartirán vía con nosotros, en segundo lugar Manu y Edu se aventuran en Korrika y aunque sin verle
Castillo aprieta en los muros de Somontano en la pared del libro abierto.
La Rabadá Navarro es una vía de disfrutar, en la que no se pasan penurias, pero en la que no hay que descuidarse ni un momento, no hay que olvidar que estamos en Ordesa... todos los largos tienen su cosa pero hay que destacar el techo de un marcado carácter atlético y equipado entero que te hace sentir un ambiente tremendo, otro largo interesante es el de antes de las chimeneas, placa, desplome y empotramientos... y por último las famosas chimeneas que sin ser extremas nos harán "pretar" en algún paso...
Pensar en Rabadá y en Navarro es inevitable, y te das cuenta del mérito que tenían y de lo currantes que eran al pasar por allí con los medios y las técnicas de entonces. Menuda visión y menudo ingenio (eran maños claro ;-)) Por cierto, no se si en la apertura utilizaron expansiones... si alguien sabe...¿? En definitiva, un viaje por la historia de la escalada en la que los románticos sentirán la esencia Rabadá Navarro y los menos románticos disfrutarán de una vía con unos largos bonitos de verdad...
Un saludo y hasta la vista alpinistas