Había visto la Peña Rueba un montón de veces pero nunca me había animado a venir aquí. Este fin de semana de tranquilidad y de un tiempo que no invitaba a mucho más Patri y yo, empujados por los aperturistas y con una cervecica en la mano decidimos escalar la Sendero límite. Patri ya conoce la pared de cuando escalólos Terceros también existen así que con guía y con las explicaciones de Julio acertamos con todo a la primera. De Murrillo cogeremos una pista que sube a la iglesia y la continuamos siempre paralelos a la pared hasta pasar unas balsas de agua. En poco más llegamos a un ensanche evidente del que nace el sendero de aproximación señalado con un mojón. Sendero límite es una vía de roca buena gracias al trabajo de limpieza de Julio, Luís y Churla; de grado asequible para iniciarse en la aventura de escalar tapias con un equipamiento más que generoso y lo mejor de todo en un entorno precioso y diferente. Aunque había bastante gente en vías vecinas en la nuestra estábamos solos, en los primeros largos nos chispeó un poco que rápidamente paró y además los cazadores no hicieron acto de presencia así que nos lo pasamos muy bien.
¡Un saludico y hasta la vista alpinistas!