Hace casi un año intenté este barranco con mi mentor el Tito Ros pero un frío helador nos echó para atrás posponiendo Ordiso y llevándonos al Sorrosal. Hace unas semanas y sabiendo que me hacía ilusión Ángel me invitó a unirme a un grupo que iba con él y por supuesto acepté junto a Sueco y a Goyo. Al llegar al punto de encuentro caras conocidas. Saludo a Pedro y después de organizarnos subimos al jaleo.
El entorno de Bujaruelo siempre está bonito y la aproximación al barranco de ordiso es llevadera y bonita en dirección al valle con el mismo nombre. Nos asomamos al puente colgante y parece que el caudal no es de las veces que más agua lleva pero ya veremos...
Nos ponemos los neoprenos empieza la sucesión de pozas, cascadas, saltos, rápeles y aguas vivas. Estas dos palabras juntas me imponían (y lo siguen haciendo) n respeto importante y es que la fuerza del agua blanca y espumosa es tan grande que te sientes ridículo y casi indefenso. Vamos con cuidado y precaución, nos fijamos en los que saben y aprendemos todo el rato una disciplina lúdica pero con riesgos objetivos que hay que minimizar. Desde luego una gran experiencia en un entorno salvaje.
En definitiva una experiencia superbuena que además nos regala a un montón de gente maja.
Un saludico y hasta la vista barranquistas ;-)
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