Fredi Picazo al Pilar del Sobrarbe, cambiamos de temporada en la Peña Montañesa

Peña Montañesa y su caliza de exquisita calidad ha sido el terreno de juego en el que comenzamos la temporada tapiera. Sinceramente ya había ganas de comenzar a pilotar por los kilómetros de roca que nos queda por escalar. Telefonazos varios y completo cordada con Jokin y con Julen, dos colegas que tienen su punto de mira en la Fredi Picazo al Pilar del Sobrarbe. Magnífico. Manos a la obra y madrugón desde Zaragoza hasta Oncins. Somnolientos llegamos al comienzo de la aventura...

La Fredi Picazo es una vía guapa y vertical como sus vecinas del Pilar. En la Montañesa todas las rutas tienen su punto y esta tampoco hay que dejar de hacerla. No intimidarse por los dos últimos largos pues se resuelven bien y son generosos en agujeros para progresar aunque tendremos que clavar algo y darnos algún pasico de gancho. Aquí como en todo la habilidad y la destreza con el material nos facilitará enormemente la tarea que para unos será laboriosa y para otros no tanto.

Acabamos la vía con las últimas luces y la bajada fue una verdadera odisea. Buscar rápel, encontrar rápel, buscar rápel, encontrar rápel, rapelar, jumarear, volver a rapelar y volver a jumarear hasta que por fin nos vimos en el suelo sanos y salvos. A ninguno se nos olvidará como bajar de allí y eso que yo ya había subido antes pero Lágrimas en la roca se baja por la propia vía. Al llegar a la furgo nos pusimos como el kiko de comer, nos echamos una buena birra y por supuesto un vasico de vino para dormir bien hasta que unos boy scouts nos despiertan a grito pelado. En definitiva una bonita escalada y una bonita aventura con dos compañeros con los que hacía tiempo que no escalaba...

Un saludico y hasta la vista alpinistas...