jueves, 28 de agosto de 2014

Maravillas de la Natura en el macizo del Vignemale

Escribir esta entrada va a ser algo precioso por lo vivido estos tres días en el alucinante macizo del Vignemale. Yo ya lo conocía pero sabía que a Patri, estos días, no le iban a dejar indiferente ni de coña. El Vignemale es uno de los picos con más historia del Pirineo. Esta historia está vinculada especialmente a un protagonista, el Conde Russell, personaje con verdadera obsesión por esta montaña que le llevo a esculpir cuatro cavidades en la propia roca de la montaña y que actualmente sirven de buenos vivacs. Existe un libro precioso del amigo Alberto Martínez Embid que no defraudará a nadie y nos aproximará de manera divertida a todos los secretos de esta gran montaña. Digo gran montaña porque se encuentra entre las más altas del Pirineo, su vía normal tiene algunas dificultades técnicas como son la de cruzar un glaciar y pequeñas trepadas hasta la cima y además tanto en invierno como en verano cuenta con preciosas y largas rutas que siempre puntúan en el haber interno del alpinista porque entrañan compromiso, resistencia y verticalidad. Especialmente en su imponente cara norte. Me viene al recuerdo el Gaube con Dani Sueco y el Arlaud Soriac con Dani Bull en los que disfruté como un enano con dos grandes amigos. Sin duda alguna estos tres días pasados con Patri tampoco se van a olvidar nunca por la belleza que aquí hemos encontrado. El caso es que de Gasteiz llegamos a Gavarnie para introducirnos por el valle d´ Ossue. De Gavarnie cogemos una carreterica estrecha que nos introduce en una pista que nos esperábamos en peor estado pero cierto es que nuestra furgo es alta así que precaución los coches bajos. Así llegamos al lago d´ Ossue dónde dejamos el coche y comenzamos la subida hasta el Petit Vignemale, común en la mitad de recorrido con la del Refugio Baysellance. El camino es precioso y nos regala grandes momentos.
Cima del Petit Vignemale a la derecha desde el lago d´Ossue
Tierna imagen en contraste con...
...una sobredosis de Testosterona porque no creo que al ganado le metan Anabol.
Divertido rato el que nos hizo pasar esta marmota ultrajuguetona.
El camino es entretenido entre sendero, rocas y glaciar y por fin llegamos a la cima del Petit Vignemale para construirnos unos buenos vivacs para pasar la noche en su cima de la manera más confortable posible. La idea es disfrutar del amanecer porque el atardecer aquí se eclipsa con el Gran Vignemale, pero así estamos altos y al día siguiente podremos completar con relativa comodidad todos los tresmiles de la zona que si no me equivoco son diez principales y seis secundarias. Como siempre cenamos a gusto y disfrutamos de un atardecer simbólico...
...hasta que por la mañana el amanecer nos regala ese impresionante juego de luces y colores sobre el macizo del Neuvielle y con reflejos interesantes a los Astazous, Marboré, Cascada, Torre, Taillon y Gabietous. Es genial poder estar aquí, un regalo de la Natura para nuestros ojos. Un derroche de espectacularidad que te confirman el porque estamos enamorados de estos momentos. Una vez desayunados y recogidos empezamos nuestra colección de cimas.
Por el camino nos encontramos a Chemica y a Jorge que vienen de una buena actividad en el Espolón Norte y es que este año están que se salen. A Patri le duelen las rodillas así que se quedará en la cima del Vignemale mientras coleciono en modo carrera y en una hora larga la siguiente ristra de cimas basada en el libro de Juan Buyse. La verdad es que la cresta después de leer algunas piadas por internet en la que la ponían de rota y con dificultades de hasta IV la realidad que yo me encontré difiere bastante de eso. Una cresta cómoda y corrible en el 90% de su recorrido y en la que sí que deberemos tener más precaución entre la cima del Grand Tapou y la del Monferrat y sobretodo entre el Clot de la Hount y el Gran Vignemale con algún paso de III. Aú así se pueden escaquear todos los pasos y conseguir pisar la totalidad de las cimas con ligeras trepadas. 


ZONA 2: VIGNEMALE
CIMAS PRINCIPALES
CIMAS SECUNDARIAS
12. PIQUE LONGUE 3.298


08. AGUJA INF. DEL CLOT DE LA HOUNT 3.043

AGUJA SUP. DEL CLOT DE LA HOUNT 3.115
13. CLOT DE LA HOUNT 3.289

14. CERBILLONA 3.289


010. AGUJA SW DE CERBILLONA 3.051
15. PICO CENTRAL 3.235

16. MONTFERRAT 3.219


011. PUNTA SUPERIOR DEL TAPOU 3.132

012. PUNTA INFERIOR DEL TAPOU 3.124
17. GRAN TAPOU 3.150

18. PIC DU MILIEU 3.130

19. PITON CARRÉ 3.197

20. PUNTA CHAUSENQUE 3.204


013. ESPALDA CHAUSENQUE 3.154
21. PEQUEÑO VIGNEMALE 3.032

En la cima del Grand Tapou con toda la cresta.
Gran circo Sur del Vignemale con el glaciar de Ossue
Antes de volver a subir a la cima del Vignemale por segunda vez derrito unos cuantos litros de nieve para pasar una noche con todas las comodidades y pudiendo disfrutar al máximo del espectáculo que nos esperaba. Patri y yo pasamos un buen rato en la cima jugando al mentiroso, a las palabras encadenadas y hablando de todo un poco hasta el momento de un atardecer que superó cualquier expectativa que pudiéramos tener. Un verdadero regalo de la Montaña viendo una increible esfera naranja desaparecer por la silueta del magnético Midi d´Ossau.
Pasamos una buena noche algo ventosa  pero bien protegidos por nuestros sacos de pluma. La verdad es que no se duerme como en casa pero se duerme bien y te hace valorar más el buen dormir de la cama del hogar. De nuevo nos deleitamos con el amanecer sobre el Neouvielle y el Midi de Bigorre y alucinamos con la mirada hacia atrás al ver todo el entorno de las montañas de Panticosa (Garmo, Infiernos, Facha y Balaitus) con sus cimas empezando a arder.
 Garmo, Infiernos, Facha y Balaitus con sus cimas incandescentes.
Nos despedimos del Pique Longue o Gran Vignemale y del espíritu del Conde Russell y volvemos a casa por el impresionante Coll de Aubisque, codiciado y ansiado por ciclistas de numerosos países y es que éste es uno de los pocos puertos pirenáicos por los que pasa el Tour de Francia.
En definitiva una maravillosa estancia en el país vecino en la que Patri y yo volvemos todavía más enamorados y fanáticos de los secretos de las montañas pirenaicas.
Un saludico y hasta la vista alpinistas ;-)

Trainning por Gasteiz y Salinas de Añana, costa Vizcaina y San Fausto

Seguimos por Álava y es hora de ponerse a entrenar un poco para no ponerse fofo con tanta fartura. Varios días de entrenos de bici y de correr por Olarizu en modo duatlón y en Salinas de Añana con el titan titanizado de mi cuñado. En septiembre toca participar en varias carreras y aunque uno tiene sus limitaciones también tiene su corazoncito así que toca ponerse en forma para no hacer un ridículo excesivo ;-) Me gusta sentir la respiración entrecortada por el esfuerzo. Me gusta sentir que estoy vivo y que me muevo por donde quiero. Me gusta sentir que estoy y que soy.
Después de ésto pasamos a Sopelana a visitar a nuestros amigos Dabitxo e Irati y la lluvia arruina nuestros planes de correr obligándonos, "con pena", a cambiarlo por pintxo, paseo por Algorta  por casa de mi abuelo  y comidica rica cerca de la costa. Para bajar una buena comida en la que pruebo por primera vez un pescado que se llama Txitxarro y que aunque tiene un millón de espinas está buenísimo, nos damos un paseo por la costa hasta Sopelana disfrutando de unas bonitas vistas y de unos buenos anfitriones ;-)
Nos despedimos de Vizcaia y recalculamos el recorrido a tierras navarras. Más en concreto a San Fausto junto a María y Raúl. A pesar de ser verano estamos agusto y es que este verano está siendo raro, raro, raro... María casi que se estrena pero con una autoridad bárbara. Yo me subo en polea por un quintico y en secreto me emociono (ahora ya no tan secreto) pero los que triunfaron fueron Raúl y Patri que se merendaron una vía que desde abajo se veía guapa y elegante mientras uno se moría de envidia viéndoles pasearse por la vertical. El caso es que celebramos este buen día con una buena pizza con cerveza artesana en el Pimpinela que la vida son dos días ;-)
Un saludico y hasta la vista alpinistas