Magnífico fin de semana junto a Dani y Hélèn que vienen desde Estocolmo para hacer un poco de turismo y correr la Marathon de Valencia. Nos juntamos en Zaragoza dónde cenamos por ahí y disfrutamos del simple hecho de estar juntos, hablar y recordar viejos tiempos y es que ya son años los que llevamos juntos en la aventura de vivir. No lo voy a ocultar, echo de menos enormemente a Dani y a Jorge pero al final la vida te lleva de un sitio a otro y hay que saber disfrutar de cada momento y de cada instante porque los que pasa ya no vuelve más. Ellos marchan a escalar a Albarracin y después de mi trabajo en Oliete nos juntamos en Chulilla que es una escuela en la que estuvimos hace un par de semanas y que me encantó. Somos unos clásicos y para mi ser, lo mejor es escalar en placa así que disfrutamos del rico sol en el sector Peñeta con unas vías muy bonitas y de escalar con los pies. Allí nos juntamos con Ximo y Esther a los que no conocíamos y con los que estuvimos hablando un buen rato y con muy buen rollo. Los nervios de la carrera estaban presentes así que a media tarde movemos a Valencia a retirar dorsales y hacer un poco de turismo que es una ciudad que no conocía y que me sorprendió para bien.
En la Ciudad de las Artes y las Ciencias tienen un tinglado montado para alucinar. Nunca había participado en un evento de estas dimensiones y me sorprende la perfecta Organización de todo. La Feria del corredor impresionante y después de hacernos un montón de fotos y recoger la bolsa de la carrera movemos a cenar un buen plato de pasta y a casita a dormir en plena Ciutat Vella. La carrera fue bien y conseguí cumplir uno de los dos objetivos que me había puesto pero me quedé a dos minutos de conseguir el otro. Ya lo sabía antes de salir a correr pero la carrera no era más que otra excusa para pasar un fin de semana en compañía de dos personas que son mi familia. En la bolsa venía una invitación al Oceanográfic y el Museo de la Ciencia con el que me quedo alucinado y súper contento de la visitaexprés. En el momento de la despedida como siempre que veo irse a Dani y ahora también a Hélèn se me puso un pequeño nudo en el estómago y es que me gustaría tenerlos siempre aquí pero la vida es así y no hay mal que por bien no venga, hacemos turismo allí dónde nos encontramos.
Uno de los momentos emocionantes del fin de semana fue ver salir a un pollito del cascarón de un huevo. Algo que no había visto nunca y que fue auténtico al extremo. En definitiva un fin de semana lleno de amor, de sonrisas y de actividad física a tope ;-)
Un saludico y hasta la vista alpinistas
3 comentarios:
Que majos los tres!!Pues habra que organizar algo para volverles a ver pronto!!
mucha envidia y tristeza de no estar ahí... la próxima no me la pierdo por nada del mundo
Os echamos de menos a los dos durante todo el finde chicos!!! Hay que repetir e ir mirando cosicas!!
Besicos y hasta la vista alpinistas
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