Paco Martínez Soria y Gracita Morales se vuelven a ir a conocer mundo. Esta vez adquirimos identidades falsas para pasar desapercibidos y nos convertimos en los Ticos Rosda Linda y Ramonchón para estar todo el día de excursión. Nos vamos a Costa rica sin nada preparado y con la idea de ir haciendo lo que vaya surgiendo, sin problemas, sin prisas, sin horarios y disfrutando al máximo de la vida y de las vacaciones. Salimos desde barajas y hacemos escala en Charlotte, Carolina del Norte, pero allí solo nos da tiempo a ver el hotel y el mac mierda. El viaje empieza bien y al recibir el equipaje me llevo una maleta que no es la mía. Sí, sí algo inaudito pero tan cierto como la vida misma. Menos mal que volvimos al aeropuerto y arreglamos todo con los italianos que esperaban impacientes su maleta y que me sonrieron con una mezcolanza de incredulidad y alegría. Nada que una docena de excusis no solucionen...
A la mañana siguiente volamos a San José y alquilamos el Micromachine que nos acompañará durante todo el viaje. Un cochecico minúsculo pero que soluciona todos nuestros problemas. Realmente y salvo algo muy específico no es necesario un todo terreno pues las carreteras no nos parecieron tan malas como pensábamos. En San José, el primer día pues toca probar la cerveza tica (Pilsen o Imperial) y la verdad que no defrauda. Buen inicio. Visitamos aquí el volcán Irazú, muy bonito y espectacular cráter con un precio a nuestro entender excesivo. Aquí entrar a los Parques nacionales cuesta 15$ algo a lo que los europeos en general no estamos acostumbrados. Pagar por visitar la naturaleza es una aberración pero aquí el país entero vive exclusivamente del turismo con algunas plantaciones de piña, mango y café que en suma son casi el total de las exportaciones por lo que aquí, mucho más que en otros países el turista es un auténtico dolar con patas.
Descanso en una de las típicas hamacas centroamericanas
Alimentación a base de casados. Un combinado de arroz, , verduras, frijoles, ensalada y carne. Muy rico pero cansino a corto plazo. Lo mejor de Costa rica sin lugar a dudas es su fauna pues el tico a perdido gran parte de su cultura. A diferencia de, por ejemplo Perú, dónde hay una vestimenta clásica, una comida elaborada, una lengua propia, diferentes tipos de indígenas y se mama cultura peruana e inca por todos lados, Costa rica es un país muy pobre en ese sentido. Una nación vendida al extranjero norteamericano, una civilización con una cultura propia abandonada y en definitiva un país entero vendido a un turismo capitalista destructivo culturalmente. Naturalmente no es destructivo porque el tico sabe que la naturaleza es su fuente de ingresos y no protegen la naturaleza por convicción sino por economía y rentabilidad. Un país maravillosos pero como digo vendido a un turismo desmesurado del cual fuimos parte. País con precios de primera al estilo sueco pero con servicios propios de los países latinoamericanos. La riqueza aquí se concentra en algunas élites pero el tico medio directamente no puede viajar por su país y le cuesta llegar a fin de mes. Como ejemplo diré que la "canasta básica" (el carro de la compra con pan, huevos, leche, verdura...) es del órden de dos a tres veces más caro que en España. En consecuencia un país extremadamente caro pero interesante.
Desde la cima del Iarzú se pueden ver las cosatas de los océanos Pacífico y Atlántico
Familia de Coaties que nos reciben en Irazú
Lagartija tica, el primero de un millón de reptiles
El cráter pequeño del Irazú
El cráter grande del Irazú
Rodeando el cráter por las arenas volcánicas
A la vuelta paramnos en Cartago y nos hacemos con unas buenas frutas que nos hidratarán y nos alimentarán por varios días. Aquí son exquisitos los mangos, las papayas, las piñas y los melones, a sí como otras frutas como las guanabanas, una especie de chirimoyas gigantes.
Un saludico y hasta la vista alpinistas ;-)
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