Realmente Cavallers es un Paraiso. Allí nos juntamos con Abel y con Ana en nuestro sitio secreto y misterioso para compartir escalada deportiva. Cenamos y alargamos la sobremesa y a dormir escuchando las aguas pirenaicas que este año están siendo abundantes. Los caminos y las partes altas del Parque deben de estar bastante tocadas por las aguas torrenciales pasadas, pero, por suerte para nosotros, esas lluvias no afectaron a las buenísimas vías deportivas de esta escuela con una calidad de roca de excelente a magnífica y con un ambientazo de gente de todo tipo que invita a quedarse durante varios días. Así lo hicimos y pudimos disfrutar al máximo hasta que llegaron las tormentas y nos espantaron del valle.
En definitiva unos días mágicos y de disfrute máximo...
Un saludico y hasta la vista alpinistas
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