Comienza un nuevo día del que empiezo disfrutando a tope con un bonito amanecer desde el balcón Noreste de mi casa. Hemos quedado para ir a Morata con la Escuela de escalada de Montañeros de Aragón y el día promete diversión. Nos juntamos todos en el Albergue de Morata y de allí ponemos rumbo hacia las paredes. Los más mayores a la Gran Placa y los más pequeños a la zona del Almendro. Estos chavales escalan bien en el panel de Montañeros y en el rocódromo del Pepe Garcés sin embargo la mayoría prueban poco la roca. Salir aquí es otra excusa para estar al aire libre, juntos, escalar y pasarlo bien aunque se note una falta de experiencia y un desajuste de nivel entre el rocódromo y la roca que con el tiempo irán corrigiendo. Es imposible no pensar en cuando yo empecé a escalar y todas las cosas que han venido después. Vivencias y experiencias maravillosas que me han hecho aprender de la vida y de las personas. He madurado en muchos aspectos de la vida, desde mi espíritu eternamente infantil, gracias a la escalada y por eso sé que la escalada es otra actividad más que nos sirve para buscar la felicidad, para sentirse a gusto y lleno de vida. La filosofía que intento transmitir es la del esfuerzo, la de la autosuperación, la de la autocompetición, la del compañerismo, la del disfrutar de lo que se hace sin presiones por rendir cuentas a otros. El deporte por el deporte, por la actividad física, por la salud y por la diversión. La vida es un juego para disfrutarlo y hay que aprovecharla al máximo.
Un saludico y hasta la vista alpinistas...