Después de ver a Favresse en su Greenland y de una cenica con Eva, Patri, y Sueco tocó una "emotiva" despedida de éste que se vuelve a ir hasta quién sabe cuando. Da igual porque las montañas y la vida siempre nos volverán a reencontrar y las cosas a pesar del tiempo y a pesar de la distancia siguen siendo igual de auténticas ¡¡Grande Dani!! Ya el sábado con la tranquilidad del que sabe que va a hacer friky sin ningún tipo de estrés ponemos rumbo a Sabiñánigo donde probamos las placas rapunianas que nos hacen apretar más de lo esperado. Al principio hacía calor pero poco a poco la temperatura fue mejorando sin llegar a ser temperatura rotpunk. Al final continuamos el finde sin tareas para volver pero con los dedos bien cansadicos...
Un saludico y hasta la vista alpinistas...
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