Después de escalar en Collegats, de comernos un bocata en la Pobla y de dejar los trastos en Cellers a Mikeltxo y a Erlantz se les ocurre la maravillosa idea de ir a acabar de rematar la faena a les Bruixes. Total al día siguiente daban muy muy malo y no se podría hacer nada así que toda la cuadrilla aceptamos el envite y acabamos gastando todo lo que nos quedaba en el muro desplomado. Al principio nos quedamos bien de cantos y chorreras brutales pero poco a poco los codos fueron subiendo hasta mirar al cielo y en lugar de escaladores parecíamos banderilleros a punto de picar... Vuelos, encadenes pero sobretodo una buena dosis de motivación y una sesión divertida de escalada deportiva...
Un saludico y hasta la vista alpinistas...
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