Llega el día de una de las carreras que me hacen más ilusión. La Mercedes Benz de Vitoria Gasteiz. Aquí tengo la sensación de jugar en casa pues son los montes en los que entreno durante el verano. De nuevo con Uli nos juntamos para rodar el día de antes y conocer un poco el recorrido.
Llega el día. Campas de Olarizu. 3, 2, 1 y go, go, goooooo... Ritmo fuerte. Error salir en el segundo cajón pues adelanto a mucha gente. El recorrido más seco de lo que creía tras algunas lluvias fuertes. Hayedos de magia, pedaleo y olor a seta. Siempre voluntarios en los cruces. Imposible perderse y Patri que me espera en algunos puntos y que me alegra cuando la veo. Bajada casi épica en la que me uno a unos buenos trazadores y les sigo la rueda. Llegada a meta y toda la cuadrilla esperando. Una pasada de bonito acabar así una carrera. Felicidad total ;-)
Un saludico y hasta la vista ciclistas ;-)
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