Villarrosario en Aliaga ¡Grifo abierto!

Hace ya dos años Partri y yo pudimos disfrutar de un barranco seco que nos enseñó el Tito Ros. El Villarrosario en Aliaga, en otoño, con todos sus colores y tal y como lo hicimos nos enamoró. La cosa es que la picadura de Ros, la abeja castelcaprina, me inyectó su veneno al decirme que en raras ocasiones se llenaba de agua. No podía imaginármelo.

El caso es que las últimas lluvias torrenciales han abierto el grifo y la llamada sabiendo que estaba en Calamocha era inevitable. Un barranco para coleccionistas, precioso, comprometido, con agua salvaje y que tienes que tener mucha suerte sin ser de la zona más próxima para poder hacerlo pues su caudal óptimo dura como mucho un par de días. ¡Estábamos en el lugar y momento oportunos! ¡No se podía rechazar lo que los Dioses habían puesto a nuestra merced! Beto desde Zaragoza piensa lo mismo, y en Teruel y Cella pensaron igual. De esta forma nos juntamos Ros, Beto, Chiquito, Topo, Tracas y yo para disfrutar del oleaje.

El barranco no defrauda. Otoñal espectacular, con mangazo de agua y con algunos sitios delicados en los que la técnica y el conocimiento previo del barranco con agua son sinónimos de seguridad. Con Tito Ros los nervios se disipan pero tengo que reconocer que en la cascada más violenta apreté bien los dientes y el culo para salir airoso. REALMENTE UNA AVENTURA PRECIOSA DE UN BARRANCO PARA COLECCIONISTAS Y ROMÁNTICOS pues fue refugio del Maquis, guerreros y luchadores contra la barbarie franquista. En definitiva un día espectacular ;-)