En esta ocasión estos dos barranquistas novatos pero más motivados que Cristofer cuando veía a Raticulín se dejan guiar por uno de sus maestros, el tito Ros, por un barranco precioso del Maestrazgo turolense, el Villarrosario. El Otoño ha hecho su aparición y nos encontramos con una estampa de calendario. El barranco es chulísimo y va mejorando conforme vamos bajando. Llegamos a un refugio del Maquis en el que paramos a almorzar. La llegada a la desembocadura del Villarrosario con el Guadalope sencillamente es espectacular y un verdadero lujo para los sentidos.
El Otoño está precioso
El Refugio del Maquis
Nuestro Maestro nos enseña el Ocho a la italiana
Marmita trampa
Ferrata de salida
llegamos al Guadalope ¡Espectacular!
Central de Aliaga, ya abandonada.
En definitiva una actividad preciosa con nuestro compi, maestro y guía Ros...
Así da gusto hacer barranquitos ;-)
Un saludico y hasta la vista barranquistas ;-)
Que chulo!!!!!y con sorpresa final ;)
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