Siempre he
pensado que el Aspe es una de las montañas más bonitas del Pirineo. No llega a
tres mil metros pero es que ¿desde cuando nos ha preocupado la altura de una
montaña? Si la montaña es bonita pues se sube y ya está y ésta lo es. Había
subido ya por el Sur desde Aísa y por la Edil de su cara norte. Hay otras rutas
como la Murciélagos o la Anaia que quiero hacer en el Aspe pero la que hicimos
el otro día junto a Jorge, Carlos, Julen y el improvisado y simpático Ibon, con
el que no paramos de contar chistes, nos dejó un exquisito sabor de boca. Un
itinerario extraído de la actual biblia del esquí de travesía de Jorge García
Dihinx. Subimos a la cima por su ruta 27, saliendo desde Candanchú hacia el
Oeste del tubo y de la suela de la Zapatilla para subir por Loma verde y el
paso de la tabla hasta el collado de la Garganta. Fuimos con la calma y con
algún que otro despiste de orientación que solucionamos sin complicación. Mucho
calor y bastantes aludes en las caras Este nos alertaban de que había que tener
precaución con una constante valoración del terreno y del manto que al final y
a pesar de los 20º que marcaba el termómetro nos dejó subir a la cima. Julen
tuvo algún problema técnico con sus botas e Ibon tenía prisa y se retiraron
desde el collado de la Garganta. Jorge, Carlos y yo subimos foqueando la última
pala sur con un estado de nieve propio de Marruecos, pero
en el último trozo preferimos calzarnos los esquís en la mochila y llegar a la
cima dónde contentos disfrutamos de verdad del pedazo de día y del pedazo de
vistas que nos regala el Aspe. Para el descenso elegimos la ruta 28 que baja un
pequeño corredor empinado más próximo al Aspe que el de la Garganta y que nos
deja a pie de las magníficas caras norte del Aspe y de la Muralla de Borau.
Desde ese plateau norte foqueamos un poco hasta el remonte de Tuca de Candanchú
y bajamos a las pistas para volver a Jaca y meternos entre pecho y espalda una
deliciosa hamburguesa doble en el Esteban.
En definitiva un día de los que hacen afición por la compañía, por el lugar y por el día tan bueno que salió en el Pirineo.
Un saludico y hasta la vista alpinmistas ;-)
Hacemos montaña por el placer de disfrutarla no en función de su altura o su dificultad. La montaña está para vivirla cada uno a su manera y cómo puede, jejejejeje.
ResponderEliminarOlé por esas excursioncikas tan majas.
Ole ole y ole!recarga de pilas,no?qué chulo está todo..
ResponderEliminarKris pues este verano si paras por aquí nos hacemos unas pateadas guapas!!!!!
ResponderEliminarPatri a recargar sea dicho!!!
Besico y hasta la vista alpinistas