Rodellar y la historia interminable

Sueño cada día con el día en el que pueda volver a subirme por un desplomaco guapo apretando hasta mi límite y hasta caer por maduro volando metros al aire. Cómo echo de menos la sensación de un buen encadene, de intentar una vía a vista, de apretar como un animal, de darlo todo esperando completar una ruta que te obliga a concentrarte en cada paso. Lo echo de menos demasiado y por eso sé que volveré. Mientras tanto me conformo con ver sitios como la Gran Bóveda de Rodellar que me hace soñar con unos cuantos proyectos deportivos que me pongas las pilas cuando sea la hora...

Este fin de semana ha sido genial. Necesitaba reencontrame con la gente, con la naturaleza y con los momentos que se viven en un fin de semana que para muchos es cotidiano pero que desde los ojos de un tullido son pura motivación. Quedamos para ir a Rodellar Patri, Dani, Iñaki y yo y allí nos juntamos con Jesi, Isaac, Roger, Jose Luís, Cristina, Laura, Pulpo... y la gozamos bien en el camino y en el Delfín tratando de escalar como podemos. Las sensaciones fueron buenas pero lo mejor, sin duda alguna, el rato que pasábamos sin escalar echando charrada.

Por la noche dormíamos en el Kalandraka así que cenamos todos allí en plan crisis pero con bien de grasicas (huevos con longanizaca) cerveza y vino. Risas y experiencias y hasta un debate de alimentación interesante que a más de unos que se quedó en Zaragoza le hubiera gustado vivir jjjjj El caso es que cansaditos por el esfuerzo del día nos fuimos a dormir como lirones.

Un levantar al sol y el hombro más cargado que la fiambrera de Falete, invitaba a quedarse descansando. El domingo en el camino fue poco productivo a nivel de escalada pero las risas que me eché viendo caer a unos y a otros no se pagan con todo el oro del mundo y es que la escalada desde la grada también se disfruta jjjj

En definitiva un fin de semana de vuelta a la normalidad social y con muy buenas sensaciones de escalada. Como dicen los italianos "el que va piano va lontano" así que suavecito, firme  y constante volvemos a la "normalidad"

Un saludico y hasta la vista alpinistas