El Enigma de los Troncos al Pisón de Masmut

Viernes por la tarde, petates hechos y la esperanza de que las predicciones meteorológicas que auguran tiempo semibueno por las peñas de Masmut no se equivoquen. Llevo un tiempo en el que me estoy dando cuenta de la adicción que tenemos por salir a escalar al monte. Con estas lluvias la resina ha cogido un protagonismo importante y la verdad que le he cogido el gusto pero nada que ver con salir con un compañero como Victorio a escalar a plena naturaleza. Siempre me acuerdo de Masmut cuando dan malo en el resto de sitios y la verdad que no se el porqué. El sitios es impresionante y la tranquilidad asusta. Aproximación mínima y descenso parecido y las vías aunque más cortas que en los mallos grandes de Riglos son concentradas. Así pues Víctor y yo salimos el viernes tarde dirección Peñarroya de Tastavins haciendo una parada antes en Valderobres para cenar con Santi en casa de Toño. Todo cosas de la tierra y naturales. Por la noche escuchamos el golpeo de las gotas de agua de la lluvia sobre el techo de la furgoneta y dormimos pensando que no escalaremos pero el tiempo no falla y amanece limpio así que manos a la obra...

La vía que elegimos una de las más conocidas de Masmut. El enigma de los troncos. Vía desplomada y de artificial que en caso de lluvia nos dejará escalar hasta salir a los últimos largos. Retomamos un poco el contacto con esta disciplina y aunque tanto Víctor como yo disfrutamos más del libre nos lo pasamos bien en esta ruta con ambiente y misterio pues en L2 encontramos los troncos que dan nombre a la vía colocados transversalmente y a modo de escalera en una chimenea y que no están ahí fruto de la casualidad. Enigma sin resolver por lo que se buscan antropólogos fanáticos de la investigación y que se hayan quedado recientemente sin proyecto a causa da los recortes bestias que hay que Wert y que ha sufrido la investigación y la educación de nuestras escuelas, institutos y universidades para el estudio no remunerado del enigma de los troncos...

Al acabar la vía inevitable ir a Peñarroya a echarnos la cerveza de rigor, un picoteo y curiosear el libro de piadas en el que Víctor se estrena.

Ya en casica la gozamos con una cenica rica rica en forma de potaje difgno de restaurante pirenaico y con una charrada que se alarga hasta una hora prudencial que el domingo también escalaremos.

¡Un saludico y hasta la vista alpinistas!