Son la 17h de un viernes 13 de junio, el día ha estado despejado hasta ahora, momento en el que he quedado con Castillo para ir a escalar a la Borda (escuela benasquesa) En un plis plas la lluvia empieza a caer con ganas en Benasque, pero aún así decidimos bajar a Sesué, parece que por allí no llueve, además varias vías desploman y en caso de que la lluvia sea ligera estaremos protegidos...
Al llegar el objetivo está claro, darle algún pegue y entrenar un poco en El Aneto y sus hombres, una vía de 3om de continuidad sobre buen desplome de canto y con dos secciones bloqueras, cotada de 7c en su versión directa.
Le ponemos las cintas para calentar y recordar así unos pasos que quedan difusos en la memoria (es lo que tiene no ser demasiado insistentes en una misma vía...) Descanso largo y momento de un pegue a muerte...
La primera parte de 6a sale fácil y sirve para volver a poner los músculos en actividad, ajustar la cabeza y sentir la vertical sin nervios... se llega a la primera reunión, se descansa y se mira un desplome que de no saber de su buena presa, se consideraría inhumano. Al soltar los brazos el ácido láctico desaparece por completo y entonces empieza el baile... los moviemientos se suceden, poco a poco el lactato vuelve a saturar la sangre de los antebrazos, los gestos continuos y atléticos te acercan a la primera sección dura. La cinta exprés cuelga pero sabes que de intentar chaparla desde abajo gastarás una fuerza necesaria para acabar. Sin pensarlo coges la primera regleta, la segunda, metes bien la cadera y en un semidinámico se llega a una presa buena desde la que se chapa... tranquilidad, los nervios no te pueden traicionar ahora, te sudan las manos, mojas magnesio, sueltas de nuevo los brazos en un intento de vencer el agarrotamiento... la segunda sección empieza, el chapaje es durísimo y si te lo saltas tienes más opciones, caeras más metros, pero serán al aire, eso te tranquiliza, respiras fuerte y te decides, vuelves a mojar magnesio y vas de izquierdas a una regleta, subes los pies, romo de derechas y rebote a una pinza mala pero... ¿dónde está la puta pinza??? no la ves, mierda, no te puedes poner nervioso ahora, estás tan cerca... vuelves a mirar, la ves, esta ahí escondida, esperando a que apretes sin compasión. Vas hacia ella, metes un talón de derecha y un buen dinámico te lanza hacia un cazo tremendo del que no sabes si te quedarás... Bien, lo has cogido, la chapa te queda bastante debajo... tienes la obligación de chapar la que está a tu altura, el cansancio te vuelve torpe en tus movimientos, lo intentas, la cuerda se te escapa, tranquilo, respiras y chapas... Tres movimiento más y llegas a la cadena... la lucha ha acabado, con los brazos inflados y vacío por dentro te sientes feliz, con la satisfacción del que se sabe vencedor de una batalla en la que lo ha dado todo... Ya en el suelo miras la línea y aún te gusta más que antes... ahora solo queda celebrarlo con unas buenas cervezas...
Un saludo y hasta la vista alpinistas